atributos de Estado soberano,
Bandera, Himno, Escudo, Constitución, un llamado Presidente, porque
lo cierto es que aquí hasta ahora no hemos tenido presidentes sino
guachimanes, vigilantes que ejercen la función por mandato de alguien
que es el patrono.
Los presidentes, desde Cipriano Castro
que fue nuestro primer guachimán, hasta hoy, han sido eso, vigilantes
de una industria que trabaja para el mercado externo, no interno. Comerciamos
en una forma en la que el otro fija el precio de venta y de compra. Eso
explica por qué estamos en condiciones de ruina. Este gobierno
no ha logrado todavía desprenderse de todo eso.
- ¿Chávez
es un guachimán más?
- Yo me pregunto si Chávez será el último guachimán.
Tiene toda la posibilidad de serlo. Esos grandes monopolios están
en una situación difícil porque se ha profundizado la crisis
general del capitalismo, se van debilitando y paralelamente empiezan a
surgir fuerzas en sentido contrario, de tipo patriótico, nacionalista,
de diversas procedencias, y en los próximos años tenemos
la posibilidad de romper definitivamente con esas cadenas.
Aquí estamos iniciando ese proceso. Aún no podemos decir
que manejamos la industria petrolera de acuerdo con nuestros propios intereses.
Por ejemplo, carecemos de transporte y para eso se necesita una gran flota
petrolera y no la tenemos. La gran revolución venezolana sería
industrializar al país. No importa el calificativo que tenga, puede
ser de derecha o izquierda, por cualquier equipo humano, lo importante
es que industrialicemos el país.
- Sigue prevaleciendo
el petróleo...
- Yo sé que la responsabilidad de un jefe de Estado está
rodeada de amenazas. Ahora hay un peligro muy serio, el mayor, en Venezuela,
lo que llamamos el jalamecatismo, los adulantes, gente que salta de un
gobierno a otro con facilidad.
En un tiempo yo tuve la oportunidad de conversar bastante con el presidente
Chávez y me causó una impresión favorable, en el
entendido de que no tenía nada que pedirme y yo no tenía
nada que pedirle. Como vengo de la Venezuela antigomecista soy contrario
a los cargos públicos. Nunca he tenido uno y felizmente voy a morir
sin desempeñar ninguno.
- ¿Vamos
hacia el comunismo?
- Vamos. Es la única manera de la que podemos escapar de la autodestrucción
de la humanidad. En 50 años podemos pasar a ser un país
de vanguardia.
- ¿Con el
presidente Chávez en el poder la mayor parte de ese tiempo?
- No, porque eso no depende de un hombre. Esa es una mala costumbre, decir
que eso lo construyó Pérez Jiménez, que si eso lo
hizo Gómez. Un solo hombre no lo puede hacer todo. Uno de los problemas
de la renta petrolera es que dejamos de ser un pueblo trabajador.
- ¿Las misiones
forman parte de eso?
- Las misiones son parte de esa concepción cristiana basada en
la limosna. Me compadezco del prójimo que está enfermo,
desempleado, que necesita y yo que tengo algo le doy. Eso es un socialismo
cristiano que es distinto al socialismo marxista que se basa en el trabajo.
La sociedad comunista, que es la sociedad perfecta, está basada
en la idea de que quien no trabaja no come. Aquí estamos muy lejos
de eso, pero Chávez nos ha dado un sentido de dignidad nacional.
La dignidad se puede transformar en una fuerza material. Eso sí,
hay que tener algo de Quijote y de Sancho. Si priva en nosotros el Quijote,
entonces hay anarquistas que creen que harán un socialismo venezolano,
algo nuevo, que si el socialismo del siglo XXI...
- ¿No cree
en el socialismo del siglo XXI?
- Yo no creo en fantasías, esa es una fantasía. Socialismo
no es asunto para todos, socialismo es asunto para ricos, sociedades ricas,
donde la riqueza es tal que permite satisfacer las necesidades de todos
los miembros de esa sociedad. En Venezuela no hay sino dos grandes matrices
políticas: la del PCV creado en 1931 y la otra que surge después
es la católica. De allí se derivan los demás partidos.
Hay un libro de socialismo del siglo XXI editado en Chile hace más
de 7 años y aquí vino un señor de Alemania (Heinz
Dieterich) y vende el producto como una novedad y aquí creen que
estamos descubriendo el universo.
- ¿Qué
le falta a Chávez para llegar al socialismo?
- No a Chávez como individuo sino a la sociedad venezolana le falta
un poderoso movimiento sindical. No tenemos sindicatos en Venezuela.
- ¿Qué
hacer para fortalecer ese movimiento?
- El pueblo desempleado no está presentando pliego de reivindicaciones,
sabe que el salario es bajo y lo están explotando, pero es más
importante cobrar algo semanal que estar sin empleo. El fracaso no es
de Jesse, como dijeron, el fracaso es de Giordani por no planificar una
política de empleo. Aunque Eljuri haga maravillas con las cifras,
la economía informal no es empleo.
- ¿El PCV
formará parte del PSUV?
- Haremos un congreso ideológico el 4 y 5 de marzo, pero es muy
difícil que aceptemos esa propuesta aunque sea un honor. Chávez
no es el primer presidente que ofrece esto, en esto no es nada original.
Le tengo un gran respeto y un alto aprecio. Considero que es un joven
muy representativo de las nuevas generaciones. Bolívar es el punto
que nos ha llevado a la confluencia.
- ¿Por qué
no aceptarán?
- Nosotros representamos a un sector determinado de la sociedad que es
la clase obrera. Este país aún necesita un partido comunista.
- Han dicho que Chávez va a lograr lo que no pudieron en la Cuarta
República, acabar con el PCV.
- Esa no es su intención. Chávez ha
demostrado que está tratando de liberar a Venezuela, de ser el
último guachimán. Él es un gato de tres patas, es
cristiano, bolivariano y marxista.
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